[ QUÉ es El KAMBÔ? ]

La Rana sólo nos pide que tengamos confianza, entrega y rendición. Kambo se dice que ayuda a eliminar cualquier cosa que no nos sirve. Ayuda a traer a la persona de vuelta a un estado natural de armonía y equilibrio.

El Kambô es una secreción recogida de la rana arborícola amazónica, Phyllomedusa bicolor, encontrada en las selvas de América del Sur.  Es también conocido como Sapo, Kampu o ‘vacina da floresta’ (vacuna de la selva).  Desintoxica el cuerpo y ofrece una forma natural para potenciar y estimular su sistema inmunológico; tiene una potente actividad anti-inflamatoria, anti-microbiana, y propiedades anti-virales.  Es también uno de los antibióticos y anestésicos naturales más fuertes encontrados de forma natural en el mundo.  En otro nivel, la mente se vuelve más calmada y centrada, con una mayor resistencia al estrés.  Todo se siente más tranquilo y más fácil de manejar, uno se siente más ligero.  El Kambô es legal en la mayoría de los países, y no es un alucinógeno.

Beneficios del Kambô

Se dice que el Kambô elimina “lo que no nos sirve” y trae a la persona a un estado natural de perfecta armonía y mayor potencial físico, emocional y espiritual. Nos vuelve a conectar con uno mismo.

El Kambô desintoxica de una forma natural potenciando y estimulando al sistema inmunológico. También tiene propiedades anti-inflamatorias, anti-microbianas, y anti-virales, siendo uno de los antibióticos y anestésicos naturales más fuertes encontrados de forma natural en el mundo.

Los efectos inmediatas y a corto plazo incluyen la mejora del estado de ánimo, mente enfocada, energía. Una mayor resistencia al estrés, al cansancio, al hambre y a la sed. La mente se calma y uno se siente más ligero. Todo se vuelve más fácil de manejar. A largo plazo, el Kambô apoya al sistema inmunológico estimulando las defensas naturales del cuerpo, de manera que los problemas de salud existentes se mejoran o resuelven, y disminuye la posibilidad que ocurran en el futuro. A nivel mental, la intuición se afina, la mente se vuelve más centrada y en calma. Todo se siente más tranquilo siendo más fácil de manejar, aumenta de la resistencia al estrés. En términos espirituales, Kambô funciona de una manera mística, como una luz que abre el camino, ayudando a superar los obstáculos y bloqueos de liberación en un nivel emocional. Se despeja el campo de la energía y vuelven a alinear las Chakras permitiendo romper los hábitos negativos.

Las propiedades de los péptidos encontrados en el Kambô cubren una amplia gama de usos médicos potenciales en los tratamientos para el cáncer, la adicción, el Alzheimer, el Parkinson, Candida, la fibromialgia, la depresión, el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad, la fatiga crónica, el dolor agudo, las migrañas, los problemas de circulación sanguínea, la insuficiencia vascular, la enfermedad de órganos, los problemas de la piel y de los ojos, los problemas de fertilidad, el VIH/SIDA, la hepatitis, el Lyme’s, los trastornos autoinmunes, y mucho más.

El Kambô en su forma original, es un tratamiento integral que funciona en la mente, el cuerpo, la energía y el espíritu a todo nivel, de maneras que todavía no entendemos enteramente. Los nativos, con mucha razón, usan la palabra ‘magia’ al describir esta substancia.

Tradicionalmente, el Kambô es utilizado por muchas tribus como los Matses, Katukina, Yawanawa, y Maruba. La forma de aplicar el Kambô difiere entre cada tribu, pero los principales usos tradicionales giran en torno a levantar la panema (un nombre nativo para la oscuridad o energía negativa) y para magia de cazeria (al aumentar la velocidad, energía y haciendo al cazador invisible eliminando temporalmente el olor humano). Las tribus amazónicas también utilizan Kambô medicinalmente para la malaria, picaduras de algunas serpiente, fiebres, infecciones, y problemas de fertilidad. Para limpiar, desintoxicar y fortalecer tanto la mente como el cuerpo. Para aumentar la energía, la resistencia, y para reducir el dolor.

La Rana del Kambô

El nombre científico de esta rana es Phyllomedusa bicolor, que significa «guardián de hojas de dos colores». La rana también se conoce como el “rana-mono arbórea gigante ” y se encuentra en abundancia en toda la selva amazónica en zonas de Colombia, Perú, Brasil, Bolivia, Venezuela y las Guayanas.

Phyllomedusa bicolor es una rana nocturna, arbórea sin depredadores naturales. Son ranas de gran tamaño, los machos son unos 10 cm y las hembras 12 cm de longitud. Sus cuerpos son color verde brillante en la parte superior y de color blanco cremoso en la pzrte inferior. También tiene manchas oscuras en el pecho y las extremidades.

La reproducción se dá durante todo el año. Trabajando juntos, el macho y la hembra construyen un nido que cuelga de los árboles por encima de las cochas (piscinas forestales).  Cada nido contiene un promedio de 1.000 huevos, de los cuales pequeños renacuajos emergen luego de 11-14 días.

Cuando la secreción Kambo es cosechada por los nativos de la Amazonía, las ranas son tratadas con el máximo cuidado y respeto posible. Todas las tribus tienen una profunda veneración por ellas, ya que son consideradas maestras, sanadoras y las portadoras de una medicina sagrada.

La base de datos de Especies en peligro de extinción de la UICN, lista a Phillomedusa Bicolor en la categoría de “preocupación menor”. En la actualidad, la única amenaza para esta especie de rana es la potencial destrucción de su hábitat, la selva amazónica.

Los Tratamientos de Kambô

La Ciencia detrás del Kambô

El Kambô es un cóctel químico único e increíble que contiene docenas de péptidos (cadenas cortas de aminoácidos). Algunos de estos péptidos son bioactivos, ejercen determinadas actividades biológicas tras su liberación mediante hidrólisis química o enzimática, además de tener una afinidad y selectividad para la unión a los receptores celulares en seres humanos.

Por lo que sabemos, el Kambô contiene muchos péptidos  cruciales para la salud, el funcionamiento, el crecimiento y la reparación de nuestro sistema respiratorio, digestivo, nervioso;  así como las funciones cognitivas (atención y memoria).  Las propiedades de los péptidos encontrados en el Kambô cubren una amplia gama de usos médicos como cáncer, adicción, Alzheimer’s, Parkinson’s, Candida, fibromialgia, depresión, trastorno de estrés postraumático, ansiedad, fatiga crónica, dolor agudo, migrañas, problemas de circulación sanguínea, insuficiencia vascular, enfermedad de órganos, problemas de la piel y de los ojos, problemas de fertilidad, VIH/SIDA, hepatitis, enfermedad de Lyme, trastornos autoinmunes, etc.

Vittorio Erspamer, un farmacólogo y  químico italiano de la Universidad de Roma, conocido por la identificación, la síntesis, y los estudios farmacológicos de más de sesenta compuestos químicos fué el primero en analizar el Kambô en el laboratorio. Fue responsable por descubrir los neurotransmisores de serotonina y octopamina además de ser  nominado dos veces para un premio Nobel. 

Erspamer concluyó que el Kambô contiene un cóctel químico fantástico con aplicaciones y potencial médico. Sus hallazgos trajo gran atención al area de péptidos.

Algunos de los péptidos contenidos en la  Phyllomedusa Bicolor 

Historia del Kambô

La Leyenda de los Kaxinawá
Una leyenda Kaxinawá dice que los habitantes de un pueblo estaban muy enfermos y su Pajé (curandero en Brasil) había hecho todo lo posible para curarlos. Todas las hierbas medicinales conocidas por el Pajé fueron utilizadas, pero ninguna ayudó a su pueblo. Bajo el efecto de plantas sagradas recibió la visita del espíritu femenino de la selva, la abuela. Ella trajo en sus manos una gran rana verde de la que se tomó una secreción de color blanco lechoso, y enseñó al Pajé cómo aplicarlo. Volviendo a la tribu y siguiendo las directrices que había recibido, el Pajé fué capaz de curar a su pueblo. A partir de entonces se le conoce como Pajé Kampu y después de su muerte, la tribu cree que su espíritu pasó a la rana, donde continuó su misión de proteger la salud de los defensores del bosque. Los nativos siguen utilizando la secreción como manera de mantenerse activos y saludables. La secreción se conocía como Kambô,  pero en algunas tribus, se llama Sapo, Kampu, Dow-Kiet, Acaté o vacina da floresta. Su uso se propagó y es utilizado ampliamente entre los pueblos indígenas de la Amazonía hasta nuestros días, aunque los rituales varían de una tribu a otra.

El Kambô en las culturas occidentales
El padre Constantin Tastevin, un misionero francés, hizo las primeras observaciones registradas sobre el Kambô en 1925 mientras  Kaxinawás en Brasil. En la década de 1980 la antropólogo estadounidense Katherine Milton describe el uso Kambô entre la tribu Mayoruna en Brasil. Poco después, Peter Gorman experimentó Sapo con la tribu Matsés en Perú. En la década de 1990, los caucheros aprendieron acerca de las propiedades del Kambô con las tribus, comenzaron a llevarlo a las ciudades y aplicarlo a sí mismos. Francisco Gomes de Cruzeiro Do Sol fue uno de los primeros occidentales en usar Kambo fuera de la Amazonia. En 2014, la Asociación Internacional de Practicantes de Kambo fue fundada por Karen Darke.